La fibra óptica penetra en 25.000 hogares cántabros en poco más de cinco meses

23/03/18


Un momento de la reunión del consejero con los reprsentantes empresariales

La fibra óptica en Cantabria sigue incorporando usuarios. Los responsables de las empresas Adamo e Ibiocom han informado al consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, de que en poco más de cinco meses, ya se iniciado el despliegue en Santa María de Cayón, Argoños, Noja, Campoo de Enmedio, Comillas, Santoña, Suances, Los Corrales de Buelna, Cabezón de la Sal, Valderredible, Piélagos, Camargo y PCTCAN, con unos 25.000 hogares conectados aproximadamente y que el objetivo real de despliegue para 2018 es contar con 80.000 hogares conectados.

Con el objetivo de sumar esfuerzos y en apoyo del plan Conecta Cantabria, Martín, acompañado del director general de Transportes y Comunicaciones, Felipe Piña, ha mantenido un encuentro en la Consejería de Industria con los responsables de comercialización y marketing de la operadora Adamo, Pedro Abad y Jaume Fábrega y el Ceo de Ibiocom, Luis Marina, partner cántabro de Adamo y responsable del despliegue de fibra óptica de esta operadora en Cantabria. Además de aspectos de calendario, en este encuentro también se habló de la situación actual de las telecomunicaciones en Cantabria y las repercusiones económicas y sociales de la llegada de fibra óptica a determinadas zonas de la región.

Conecta Cantabria es el plan estratégico de impulso de las telecomunicaciones en la comunidad de Cantabria, promovido por la Consejería de Industria con la finalidad de dar solución a un problema endémico de conectividad en algunas zonas rurales. La operadora Adamo, a través de la empresa cántabra de infraestructuras Ibiocom, inició el despliegue de fibra óptica en Cantabria hace apenas cinco meses con el objetivo de tener cubierta toda la región en un plazo de tres años y ofrecer su uso a otros operadores que la precisen.

Las prioridades de despliegue de fibra óptica de Adamo en los municipios cántabros se determinan en función de criterios de accesibilidad geográfica, demanda de servicio y densidad de población, siendo objetivos principales aquellas zonas de deficiente conectividad.