La vicepresidenta participa en la reforestación del entorno de la cueva de Altamira

22/10/17




La vicepresidenta de Cantabria y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, ha participado hoy, junto a 90 voluntarios del Plan de Voluntariado y Educación Ambiental del Gobierno de Cantabria (PROVOCA), en la reforestación del entorno de la cueva de Altamira. Una actividad en la que también han participado el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, el director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacios,  la directora del Museo de Altamira, Pilar Fatás, el director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Jesús García, el presidente de Bosques de Cantabria Clemente Rasines

Promovida por la Asociación Cultural Bosques de Cantabria, la iniciativa ha consistido en plantar casi un centenar de ejemplares de árboles autóctonos, procedentes del vivero forestal de Bosques de Cantabria. Se trata de fresnos, alisos, robles, avellanos, arces, encinas y sauces, las mismas especies arbóreas que existían en la zona cuando la cueva de Altamira estuvo habitada. Es la primera vez que se hace una actividad de este tipo en nuestra región.

Díaz Tezanos ha recordado que que el entorno de Altamira es "uno de los escenarios más fascinantes de la historia", donde hace miles de años los antiguos habitantes dejaron impresas en las paredes de estas cavidades "su sabiduría en una pintura de una calidad artística inimaginable que nos ofrecen una fotografía del mundo en el que vivían".

Asimismo, ha añadido que la regeneración paisajística que se ha llevado cabo con esta iniciativa "ayuda a garantizar la protección de esta joya de la prehistoria, pues sirve para proteger el microclima que favorece su preservación".

La vicepresidenta se ha referido también a las "amenazas" que existen en la actualidad contra el medio ambiente y ha enfatizado la necesidad de implantar medidas de conservación necesarias en Altamira, medidas que -ha reconocido- pueden ser insuficientes debido al grave "deterioro ambiental" que sufrimos en la actualidad y que "no conoce fronteras".

En este sentido, ha subrayado que "no podemos permitirnos" que se produzca ningún tipo de agresión que afecte a esta cueva, porque "si perdemos calidad ambiental podemos también perder el Patrimonio de la Humanidad y estamos en la obligación de conservarlo para las futuras generaciones".

Para Díaz Tezanos, las pinturas de Altamira también nos transmiten "el profundo respeto" de sus moradores por el paisaje que les rodeaba y nos enviaron un claro mensaje para las futuras generaciones, que "allí donde vivimos en armonía con el medio ambiente, la humanidad siempre tendrá un futuro en la tierra", circunstancia que ha llamado a tener muy presente para acometer un reto esencial en estos momentos como es hacer frente al cambio climático.

Por ello, ha animado a trabajar juntos en este objetivo tanto a las instituciones públicas como a la sociedad civil que "día a día, de forma generosa, contribuís a conservar este entorno". Por último, ha querido reconocer el trabajo de los voluntarios ambientales que "regalan su tiempo para el más noble de los propósitos, ofrecer futuro a nuestros sucesores", y ha señalado que actos como éste "demuestran que es posible un mundo mejor".

Por su parte, Pilar Fatás, directora del Museo Altamira, ha explicado que esta iniciativa tiene dos objetivos prioritarios, el primero contribuir a la restitución paisajística con especies que existían en los tiempos de Altamira y, en segundo lugar, ayudar a la mejora de la conservación de la cueva, ya que estos árboles "dan umbría y frescor a la boca de la cavidad y, por tanto, se reduce el impacto de la temperatura exterior".

La plantación, en la que ha colaborado el Museo de Altamira, responde a un cuidadoso diseño que pretende aunar criterios de conservación para la cueva y de adecuación paisajística del entorno.

Además, los voluntarios han realizado una visita al interior de la neocueva y al museo de Altamira, acompañados por unos guías que les han facilitado la posibilidad de descubrir cuáles eran las condiciones ambientales y el paisaje de este lugar hace decenas de miles de años.