Un Racing calamitoso empata ante el Tarazona

11/04/21


Foto: Real Racin Club

Hay una canción que cantaba Lola Flores que la letra era: “Ay, pena, penita, pena, pena, pena de mi corazón, que me corre por las venas con la fuerza de un ciclón, es un potro desbocado que no sabe a dónde va”. Pues así es realidad de este equipo que no tiene rumbo ni identidad y no va a ninguna parte. Desastroso partido el disputado en tierras aragonesas sin un plan de trabajo. Pobre Racing, quien nos ha visto y quien nos ve.

Muy mal la defensa que no estuvo al nivel que exige este equipo, el mejor Lucas Díaz que evitó la derrota en cuatro intervenciones claras. El desorden fue una evidencia total durante todo el choque. Ver a Gerson como lanza los saques de esquina es cuanto menos curioso...

PRIMERA PARTE

Desde un principio se veía que no iba a ser el día para los verdiblancos, los aragoneses estuvieron desde el comienzo mucho más metidos en el partido. Con tan sólo tener dos ideas claras eran superiores a los santanderinos. Ni tan siquiera el cuadro dirigido por Solabarrieta era capaz de presionar en la salida de balón local. Era como que si el choque estuviera resuelto antes del pitido final. El Tarazona a medida que pasaron los primeros minutos comenzaron a ser mejores a los cántabros.

En el minuto 18 comenzó el Vía Crucis particular de los racinguistas, en el que tras botar una falta Leo Ramírez, Santigosa conseguía marcar con una facilidad tremenda tras la pasividad de la defensa visitante. Daba la sensación que no se había trabajado en ningún momento la estrategia durante la semana. Tal era el desastroso encuentro el realizado por los verdiblancos que en el minuto 30 aún no habían tirado a puerta.

Todo eran desgracias y negatividad para el conjunto cántabro, ya que Soko se lesionaba y tenía que entrar sustituyéndole Traver. A los cinco minutos el Tarazona hacía un auténtico estrago en un error defensivo que iba a aprovechar Ballorín que conseguía batir en el mano a mano a Lucas Díaz. Dos goles a cero a favor de los hombres de David Navarro, ver para creer, el Racing vivía en esos instantes una auténtica anarquía. No había mando, no existía alguien en el banquillo que diera con la tecla y lo más preocupante, no se encontraba solución alguna al juego del rival.

Pero el fútbol es caprichoso, y antes del descanso en una jugada aislada Pablo Torre filtraba un balón a Cedric, y este batía al meta local y así recortaba distancias antes de que los futbolistas de ambos conjuntos cogieran rumbo al túnel de vestuarios. Una primera parte que aunque el Racing marcara al final, fue un muñeco a merced de un equipo humilde pero con las ideas y el concepto futbolístico mucho más claro.

SEGUNDA PARTE

La segunda parte comenzaba moviendo la coctelera Solabarrieta, entraba Capanni y se retiraba Isma López. De verdad y con todo el cariño y respeto que se merece un profesional, alguien debiera decirle al futbolista brasileño, que salga más pausado que no es normal que con tan pocos minutos que ha jugado, esté ya con cuatro tarjetas amarillas. Dicho esto, el principio del segundo acto era más de lo mismo, un Racing que no creía en su fútbol, y eso hacía que los aragoneses estuvieran mejor.

Lo que le salva a Solabarrieta este año, es que tiene una calidad muy superior a sus rivales, y aún jugando mal en cualquier momento puede su equipo marcar, pero no por su propuesta sino por individualidades como fué en el minuto 60, en el que Nana empalmaba el balón en toda la escuadra desde la frontal y consiguía empatar el encuentro.

A partir de la igualada es cuando más se ha visto al Racing con un desgobierno total, en el que buscaban sin orden la victoria pero sin que nadie tuviera una idea clara, incluido en el banquillo. Este equipo no puede dar esta imagen tan pobre y tan escuálida ante un conjunto como el Tarazona, que con tan solo tener las ideas claras eran superiores en el concepto del orden futbolístico.

La efectividad cántabra era total, dos disparos dos goles. La impotencia era total cuando los locales ahogaban en los últimos instantes del partido la salida del balón de los santanderinos. El Racing al final incluso pidió la hora porque el tesón del Tarazona hizo que los cántabros  se sonrojaran viéndose superados en este último tramo del encuentro.

En definitiva, un punto conseguido sin mérito alguno y de nuevo una imagen que dista mucho de un equipo de las características y presupuesto como es el Racing. No hay capitán en este barco, no hay personalidad en el juego, y lo que es más preocupante de este equipo es que se está perdiendo el alma que tenía, ya que cada día cree menos en el inquilino que ocupa el banquillo.

FICHA TÉCNICA

TARAZONA: Cacharrón; Campins (De la Mata, 23'), Pelón, Chus Herrero, Lucho; Santigosa, Vidorreta, Abreu (Casi, 62'), Leo Ramírez (Brando, 72'); Rodri Val (Iñaki, 72') y Ballarín. SUPLENTES: Álvarez (ps), Nacho Pastor, Joe, Pepo y Flórez.

RACING: Lucas Díaz; Ceballos (Gil, 53'), Mantilla, Gerson, Isma López (Capanni, 46'); Nana, Riki; Soko (Traver, 25'), Pablo Torre (Pablo Torre, 53'), Bustos; y Cedric (Jon Ander, 60'). SUPLENTES: Iván Crespo (ps), Matic, Íñigo y Martín Solar.

ÁRBITRO: Ávalos Martos, del comité catalán. Amonestó a Capanni (47'), Abreu (49'), Bustos (53'), Chus Herrero (65') y Nana (92').

GOLES: 1-0 (18') Santigosa, de remate de falta. 2-0 (31') Ballarín, robando un balón mal controlado por Mantilla en la frontal. 2-1 (43') Cedric, tras un gran control orientado a pase de Pablo Torre. 2-2 (59') Nana, de tiro cruzado desde el pico del área al segundo palo.

Crónica: DAVID BOSSU