La Convención Nacional del PP juntó, pero no unió a Aznar y Rajoy

21/01/19


Más allá de los focos y de los mensajes de unidad, en las zonas más oscuras de la Convención Nacional, es decir en los pasillos, los dardos envenenados volaron de un lado a otro.  Aznaristas y marianistas coincidieron con Pablo Casado: estuvieron al lado del presidente, juntos, pero no unidos entre ellos. Aznar y Rajoy representan dos modos de entender la política y el PP, y el fin de semana se puso de manifiesto.

«Ahora que todos se hacen de Vox, Aznar se hace del PP...», comentó un «sorayo» nada más llegar ayer a la clausura de la Convención. El día anterior, el expresidente había pedido el voto para el PP, algo que muchos en el partido celebraron, sobre todo después de unos años en los que parecía flirtear con otras opciones de la derecha.

«El discurso de Rajoy fue un coñazo, pero Aznar estuvo colosal», sentenció un aznarista. «Hace falta ideología, no somos solo gestores», insistió. En el lado de Aznar, Esperanza Aguirre confesó que había mandado un mensaje al expresidente para felicitarle «por el mejor discurso que ha hecho en su vida».

«Rajoy y Aznar han dicho lo mismo, pero cada uno en su estilo», defendieron los «pablistas». «Los dos están con Pablo, y eso es lo importante, un PP unido y fuerte», insistieron.

Rajoy y Aznar eligieron el día y el formato de sus intervenciones. El primero optó por la inauguración, el viernes, con una entrevista pactada con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Prepararon sus respuestas en el AVE que les trajo de Sevilla a Madrid, en el mismo vagón que Casado, tras la toma de posesión de Juan Manuel Moreno en Andalucía. Aznar prefirió un discurso tradicional, el sábado, con atril y en solitario. Casado, por su parte, quiso darles un trato idéntico a ambos, con el mismo recibimiento cuando llegaron a la Convención.

Génova buscó la foto de la unidad hasta el final, pero no fue posible. El sábado, Aznar anunció que volvería al día siguiente, para arropar a Casado en la clausura. Rajoy, sin embargo, se excusó:«Ese día el único protagonista debe ser Pablo Casado».

Fue Pío García Escudero quien, ayer en su intervención, dio pie a que se midieran los «apoyos» de uno y de otro. Al citar a Aznar y Rajoy, uno detrás de otro, con pausa incluida, el «aplausómetro» se inclinó clarísimamente al lado de este último, que incluso superó a Casado, nombrado justo después.