Opinión


23/02/20

Onésimo Pérez

  1. El Paseillo

    El día 8 del pasado mes y como ya es tradicional en España, en el pueblo madrileño de Valdemorillo se dio el  pistoletazo de salida de la temporada 2020, le siguen Olivenza en Badajoz, Illescas, con su tradicional corrida de primavera, y ya pasamos a Fayas en Valencia y Magdalena en Castellón, feria de Abril en Sevilla y San Isidro en Madrid. Ya con los carteles en la calle y confeccionados podemos asegurar que la temporada 2020 comienza como terminó 2019 donde mandan media docena de las llamadas figuras de la torería andante que copan el noventa por ciento de las ferias y que hoy, estas figuras no aceptan mas que media docena de ganaderías, lease Garcigrande, Victoriano del Río, Juan Pedro, Cubillo, Zalduendo y alguna mas, poquitas todas con el encaste Domeq y si no, no torean, lo que está claro es que los dueños de estas vacadas esta sometidos a los caprichos y exigencias de estos toreros criando toros como churros en sus distintas factorías taurinas, algunos no dan abasto que es lo mismo que criar al toro borrego, un toro muy bonito. Estos ganaderos cuando se les pregunta suelen contestar que hacen un toro bravo, repetidor, humillador, que se mueve, muy noble, pero no dicen lo mas importante que debe tener un toro bravo.

    Algunos ganaderos han defendido que el toro no tiene que ser la tonta del bote, que tiene que tener movilidad, casta, bravura, motor que aguante un puyazo, fiereza, esto es lo que demandamos los aficionados y el que diga lo contrario es que va a las ferias de postureo, a ver a las figuras a que los vean posturear aunque luego salgan aburridos como una mona, claro estos ganaderos no les interesan a las figuras del toreo, tarde o temprano si esto sigue así les pasara lo que a Alvaro Domeq, que tuvo que vender su finca porque no le lidiaban sus toros.

    Un claro ejemplo lo tenemos en la Feria de Sevilla con diez o doce corridas de toros están cuatro ganaderías haciendo doblete, o sea, ocho tardes entrs las cuatro, todo para facilitar la asistencia de estas figuras; y yo digo ¿Dónde está la diversidad de encastes?, con el tiempo se perderá y quedará reducida solo al encaste Domeq, y que no moleste mucho a los toreros, y con estas mimbres este es el cesto que hemos hecho, así está la tauromaquia una de las causas es que las corridas de toros se han reducido a la mitad en los últimos años, estamos casi en números de festejos igual o peor que en la posguerra del 36 y siguen sin darse cuenta o bien que les da igual.

    Si queremos levantar esta fiesta ya de por si maltratada, no por los antitaurinos si no por los taurinos, que por otra parte viven de ella, tienen que mirar mas por el aficionado que es el que paga, es el mantenedor de esta fiesta, los aficionados no quieren mas que salga el toro “dueño y señor” de esta fiesta, solo así podremos recuperar este maravilloso espectáculo.

    Resumiendo como vulgarmente se suele decir, esto es lo que hay y en las manos en las que estamos los aficionados, en las manos de unos señores no mas de una docena entre toreros, ganaderos y empresarios que se reparten la tarta dejando las migajas para el resto.