Esta madrugada se retrasarán los relojes para volver al horario de invierno

26/10/24


La práctica de atrasar el reloj una hora en invierno y adelantarlo en verano se generalizó de forma desigual a partir de 1974, al producirse la primera crisis del petróleo en cuya respuesta algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y, por ende, consumir menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años, según recuerda el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento  Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo. Así, el carácter permanente de la novena directiva establece que el inicio de la 'hora de verano' --cuando se adelanta el reloj una hora-- comienza el último domingo del mes de marzo y finaliza cuando se retrasa una hora el último domingo de octubre.

La aprobación de esta Directiva está avalada por las conclusiones  de un estudio sobre su alcance y efectos, realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999. El estudio concluye que el cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

En concreto, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de  ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.

En esta línea, el IDAE enumera un decálogo de consejos para ahorrar energía con la calefacción como abrir las ventanas el tiempo necesario para ventilar las habitaciones --cerca de diez minutos--, apagar la calefacción por la noche y no encenderla por la mañana  hasta que la casa esté ventilada y se hayan cerrado las ventanas; cerrar los radiadores que no sean necesarios y apagar completamente la calefacción si va a estar fuera de casa más de un día; instalar adhesivos en puertas y ventanas, lo que puede suponer un ahorro de entre un 5% y un 10% de energía.

Además, si es posible, hay que poner dobles ventanas o doble acristalamiento, lo que supone un ahorro de un 20% de energía; instalar válvulas termostáticas en los radiadores o un regulador para la caldera; mantener la temperatura en los 21ºC; no abusar de la calefacción; poner la temperatura entre 15ºC y 17ºC para dormir por las noches o instalar aislantes en techos y paredes.